Antes de que el COVID-19 causara cambios drásticos en la sociedad y todos sus ámbitos, varios expertos ya hablaban de una posible recesión para el 2020 a nivel mundial, y en 2022, ya la vivimos de forma inminente.
Para poder actuar ante las circunstancias actuales y estar preparado para todas las situaciones que puedan llegar, lo más importante es contar con la información necesaria y por eso te traemos datos y una detallada investigación sobre la recesión económica que llega a nuestro país.
Una recesión es la caída generalizada de la actividad económica de un país o región por un periodo de tiempo. Durante este período la producción y el PIB disminuye durante dos trimestres consecutivos. También se le conoce como periodo de “vacas flacas”.
En México, contamos con algunos indicadores que podemos analizar y tomar en cuenta para definir si estamos en recesión:
Si el país está pasando un mal momento podremos ver cambios negativos como:
Desde hace un año estamos enfrentando una situación económica delicada en la que se han sumado situaciones importantes: la pandemia, la guerra por petróleo, la tensión entre China y Estados Unidos, la caída del auge del sector automovilístico tanto en Alemania como en Francia , y la guerra entre Ukrania y Russia, que han impactado a la economía en distintos niveles.
Además, recientemente el Banco de México anunció el incremento de la tasa de interés en 75 puntos base, y ha declarado que planea continuar subiendo esta tarifa para regular los precios con la inflación.
Desde el 2019, la demanda de inmuebles parece estar frenando, pero los precios se mantienen o en algunos casos crecen, aunque a un ritmo más lento, por lo que se espera una caída suave en caso de una recesión.
Otra de las consecuencias de la recesión, que la escasez de vivienda hará que los precios se eleven y que el costo sea aún menos asequibles para compradores e inquilinos. Las construcciones serán puestas en pausa y muy pocos proyectos serán iniciados.
En la Ciudad de México, muchas construcciones fueron completamente detenidas durante 2020 gracias al inicio de la pandemia, provocando una crisis que afectó a varias partes, desde las mismas desarrolladoras inmobiliarias, a los empleados del sector, y a la economía de la ciudad, que representa el 18% del total nacional.
La alza de precios de las vivienda será una de las grandes consecuencias, pues con la recesión, para muchos será difícil poder pagar alquileres altos; en respuesta, los desarrolladores y administradores de propiedades deberán recurrir a concesiones para atraer a nuevos inquilinos.
Para los agentes de bienes raíces, habrá competencia para adquirir clientes, por lo que tendrán que gastar dinero de más de marketing para atraerlos o recibir comisiones con descuento.
A pesar de todo este panorama, Becky Fatemi, directora de la agencia inmobiliaria británica Rockstone, dijo que:
“En tiempos de confusión, la riqueza del mundo se enfoca en inversión inmobiliaria a largo plazo”
Prueba de esto es que una encuesta realizada a 620 banqueros y asesores patrimoniales encontró que más del 40% de sus clientes planean aumentar su asignación de inversión a bienes raíces.
Invierte. Recuerda que esta situación, por muy mala que sea actualmente, tiene un final, y pronto la economía se recuperará:
Recuerda que una inversión no es gastar tu dinero si lo haces de forma inteligente, y ser dueño una propiedad es una de esas decisiones inteligentes. Nosotros podemos orientarte a las mejores inversiones con las mejores inmobiliarias.
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